miércoles, 24 de julio de 2013

¿Te intereso el bongo, y ahora querés comprar un par?

¿Como distinguir un bongo de buena calidad de uno de mala calidad?
    En primer lugar, no compre un bongo que luzcan así:
A simple vista no posee tensores (quincalla)


    Son vistosos, pero son instrumentos intocables. La única manera de afinarlos es sobre el fuego.
    En segundo, no compre bongo se vea así:
La quincalla resulta inadecuada


    No es más que basura. La quincalla (partes metálicas para tensar el parche) de afinación no puede con la tensión que un bongo verdadero se necesita para afinar alto, ni resistir las palizas de cada noche. Los tornillos están colocados desde arriba, allí es donde van golpear las manos y producirá lesiones dolorosas. Las coronas están hechas de metal barato cromado, que va a doblarse fácilmente con el uso regular. El puente del medio es plástico, poco resistente.
    Bongos tocables verdaderos deben verse así:


...Con quincallas muy resistente, cáncamos con forma de ganchos, conectados a un aro a la base del tambor. Las coronas deben estar soldadas a los aros, o pueden estar fundidas formando una sola pieza junto a los aros, no se recomiendan que estén remachadas.
Debe apreciarse una estructura robusta, noble y confiable. Si parece que puede doblarse con facilidad, es aconsejable cambiar de opción. Las partes deben encajar bien, sin vacíos.
Nótese en esta foto, hay un vacío grande entre la cáscara y el aro de base:


Esto va a afectar como los tambores se afinan, y puede dañar la cáscara mientras se afinan (el aro tendrá un movimiento desde arriba hacia abajo y viceversa) durante los años de uso.
Nótese en esta foto, como el aro de la base encaja con la cáscara perfectamente:


Todo el sistema de afinación debe ser de acero. Hay bongos decentes con aros de aluminio fundido, que a menudo presentan defectos, y puede estar propenso a rotura., por eso, solamente acepte aluminio en bongos de buena calidad, es decir, marcas con buena reputación. En fin, acero es lo mejor.

    Las cáscaras no deben tener rajaduras, deben estar hechas de madera dura, fibra de vidrio y los más modernos de acrílico.
Si la madera blanda, es decir, de calidad económica, no proyectara mucho sonido.

Los parches son un punto más complejo, porque el cuero presenta muchas variaciones por cuestiones naturales y todos los percusionistas tienen sus propias ideas respecto a que suena bien y que no. Si es posible, deberías probar los tambores antes de comprarlos, para oír si los cueros suenan sin vida o metálico. Busca cueros con una superficie suave y brillante. No debe parecer áspero o seco. Generalmente no debe ser muy blanco, esto significa que probablemente fue blanqueado químicamente, esto debilita el cuero, y tendría que afinarlo con más frecuencia y su durabilidad no será prolongada.

Luego de evaluar todos estos aspectos, dedícate a fijarte en los colores, tamaños y cualquier otro detalle estético que te resulte importante.

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